¿Qué somos las doulas realmente?

16 de febrero de 2015

Me siento a escribir esto desde la frustración, la impotencia, el enfado y la tristeza profunda. A ver qué sale.

Llevo tiempo viendo cómo se vende en los medios de comunicación una lucha entre doulas y matronas, leyendo artículos donde a las doulas se nos acusa de intrusismo, mala praxis, manipulación... Viendo cómo ponen en boca de matronas malas palabras hacia las doulas...
Así... generalizando, ¡que es gerundio!.

Lo último que he leído ya me ha dejado sin adjetivos. Un artículo indocumentado, falso e inquietante y un documento llamado Informe Doulas escrito desde el Consejo General de Enfermería.

...las "doulas" están alentando a la participación de las mujeres en "rituales sectarios propios de sociedades subdesarrolladas y contrarios a la salud pública y al sentido común".
Entre ellos, según pormenoriza la organización colegial, figura alentar a la mujer a comer su propia placenta tras el parto, obligar al bebé a convivir con la placenta hasta que el cordón se seque pese a la putrefacción de dicho órgano o el "ritual de la despedida del útero".

...las "doulas" denominan la "violencia obstétrica", un argumento con el que buscan impedir que las embarazadas acudan a su profesional sanitario.

Extraído de La Razón


Ritos sectarios y contrarios a la salud pública:
Recomiendan comer la placenta o encapsularla; no cortar la placenta hasta que se desprende, obligando al bebé a convivir con ella pese a su putrefacción o cortar el cordón con una vela; que la
embarazada no permita los exámenes ginecológicos o no vacunar al recién nacido.
Su actuación pone en peligro la vida de la madre y de su hijo: hemorragias no detectadas, hipoxia, sepsis, accidente cerebrovascular, rotura hepática...


Ceremonia maternidadPor si no lo sabías... las doulas somos brujas que nos aprovechamos de la mujer gestante para absorber su energía vital. Durante el parto hacemos diferentes rituales. Usamos nuestra sangre menstrual, la placenta, el cordón umbilical del bebé... y nos montamos unos akelarres de flipar. Para grandes ceremonias usamos la sangre menstrual de nuestras ancestras, que tenemos guardada en tarros de cristal. Alentamos a las mujeres recién paridas a comerse su placenta, porque ellas no tienen decisión. Son vulnerables en esos momentos y las brujas vivimos de chuparles esa energía. Si no aceptan comérsela, pues ya nos la comemos nosotras. Siempre cruda y con un poquito de cordón, para que pase. Y al padre le embrujamos para que espere fuera, no vaya a ser que lo vea todo. Y si entra, nos lo comemos, también.
Todas estas cosas y muchas más hacemos la malvadas doulas muahahaHAHAA (risa maléfica): brebajes, conjuros para echar al padre del paritorio y demás confabulaciones malignas que hacen que las mujeres estén muy descontentas con nuestros servicios. Podéis leer algunas experiencias para haceros una idea.

No te lo has creído, ¿no? ¿O sí?

Ahora ya, en serio:

¿Qué somos las doulas realmente?

Las doulas somos mujeres que acompañamos a otras mujeres en su camino hacia la maternidad.

No es personal sanitario, por lo tanto: no diagnostica, no propone tratamientos ni medicamentos, no atiende partos ni los acompaña sin la presencia de un profesional de la salud, no realiza exploraciones físicas ni tactos, no controla ni es responsable del bienestar materno-infantil. Nunca debe entorpecer el trabajo del personal sanitario. Debe saber derivar al profesional adecuado en caso necesario sin demora. Las doulas apoyamos y entendemos que el personal de referencia en la salud sexual y reproductiva de las mujeres son las matronas.

Extraído del código ético de Doulas.es

Las doulas trabajamos complementando a las matronas, a las que, por cierto, admiramos. Las matronas son las personas preparadas y autorizadas para asistir a las mujeres embarazadas. Lxs ginecólogxs no son los responsables de esto, ni las doulas. ¡No! Lxs ginecólogos tratan las enfermedades de la mujer y la mujer embarazada ¡no está enferma!. En los últimos tiempos los gines pasan mucho a los paritorios, a pesar de que el parto esté avanzando con normalidad, metiendo bastante presión a las mujeres y a las matronas.

Las doulas apoyamos y entendemos que el personal de referencia en la salud sexual y reproductiva de las mujeres son las matronas. Lo normal sería que además de asitir partos también los acompañaran, con amor, escucha, y entrega.

Desgraciadamente y debido al sistema en el que vivimos, con sus normas y protocolos, no todas las matronas pueden acompañar. Algunas ni siquiera se han planteado alguna vez hacerlo. Otras no quieren acompañar y son frías, distantes y descalifican a las mujeres sin importarles sus sentimientos.
Seguro que más de una que me esté leyendo tiene la experiencia en su propia piel o conoce a alguna persona que se ha topado con alguna de ellas durante su embarazo, parto o posparto. O incluso conoce a una compañera matrona que trabaja así. Es desagradable que tu persona de referencia te trate así en un momento tan importante de tu vida.

La mayor parte de matronas son maravillosas y, aún trabajando dentro de un sistema opresor, que te dice al milímetro cómo llevar tu embarazo y tu parto (el posparto es otra historia), tienen claras sus funciones, acompañando con respeto, escucha, paciencia, sin intervenciones innecesarias... Aún así, es habitual que la matrona atienda a varias parturientas al mismo tiempo o su guardia llegue a su fin, y las mujeres tenemos que cruzar los dedos para que no las sustituya una de las anteriores.

Comadronas de parto en casaOtras matronas no solo trabajan dentro del sistema para mejorarlo y procurar una mejor atención a las mujeres, sino que también trabajan fuera de él, saliéndose de protocolos, prisas y medicalización innecesaria. Así son las comadronas que me acompañaron en el nacimiento de mis 2 hijxs. Son profesionales, empáticas, amables, simpáticas, amorosas... Tienen en cuenta las emociones de la madre y están durante todo el proceso. Puedes llamarlas en medio de la noche porque tu bebé no consigue un enganche correcto al pecho o porque ha hecho un pis de un color anaranjado... mandarles un  mensajito a las 7:00 de la mañana... Ellas te responderán enseguida y desde la cercanía.

Ojalá todas las mujeres tuvieran la opción de tener comadronas como ellas. Si así fuera... quizás las doulas no seríamos tan necesarias. Lamentablemente no es así. Aunque cada vez veo a más matronas formándose en temas emocionales para poder acompañar a la madre en sus necesidades, muchas mujeres se siguen encontrando con una matrona bien diferente, que las infantiliza, las ridiculiza, las fuerza, les dice cómo empujar, cuándo no empujar, cómo respirar... sin tener en cuenta lo básico, a la mujer. Esto, en parte, es debido al sistema jerárquico hospitalario donde a veces ellas quieren hacer las cosas de otra manera, pero se ven forzadas por las circunstancias y quien paga es la mujer y su bebé, sufriendo muchas veces violencia obstétrica. Porque señoras y señores... la violencia obstétrica existe. Ojalá muchas de ellas se revelaran y decidieran acompañar a la mujer en su proceso, pero no está siendo así en muchas ocasiones.
Mi cuerpo es mío, mi parto tambiénEn parte es por esto que surgen las doulas. Las doulas acompañamos a la mujer en lo emocional porque desgraciadamente hay carencias.
Documentos publicados por la OMS demuestran que el apoyo continuo a las mujeres durante el parto es beneficioso. Las doulas proporcionamos ese apoyo continuo a las mujeres que así lo eligen. Y ahí es donde quería llegar porque al final somos las mujeres las que decidimos, las que tenemos derecho a elegir qué acompañante queremos que esté con nosotras, una doula, mi pareja, mi madre... Somos las protagonistas de todo el proceso, junto con nuestrxs bebés. Ojalá pudiéramos elegir quién queremos que nos acompañe, pero el sistema sanitario es excluyente y solo nos deja elegir a una persona.
Ya es hora de que se nos permita ser dueñas de nuestros partos, de nuestros cuerpos y de nuestras vidas. Sin juzgar. Porque dejarnos elegir y luego llamarnos tontas, inconscientes o desinformadas cuando optamos por contratar los servicios de una doula, no es acompañarnos en nuestras decisiones. Es más bien insultarnos.
Como sigamos así vamos a tener que volver a pedir permiso para sacar dinero del banco.

Sigo sin ver la lucha entre doulas y matronas. No la veo y no la he sentido. Nunca, acompañando a una mujer, me he encontrado a ninguna matrona que me dijera nada. Siempre he sentido admiración y respeto mutuos. Y mis comadronas han sido fantásticas en mis embarazos, partos y pospartos por lo que tengo una gran admiración por ellas y por todas a las que he conocido.

No me gustan las generalizaciones porque no hacen bien a nadie. No me imagino criticar a todo el gremio de transportistas porque unos cuantos trucan el aparatito que registra la velocidad y las horas para saltarse ilegalmente los ratos de descanso. No me imagino el titular:


"Varias grandes superficies denuncian la figura del transportista porque incumple la ley".

Otro titular bueno sería:


"La Dirección General de Tráfico ha decidido suprimir el carné de conducir a toda la población debido a un grupo de infractores que se reiteran en sus delitos ".

Si ya hablamos de que no somos profesionales... Yo me pregunto, ¿qué es lo que hace que una persona sea profesional? ¿Un título? ¿Una bata blanca? ¿Es profesional que un pediatra saque un libro recomendando a las madres destetar a sus bebés con 4 meses de edad? ¿O es negligencia porque va en contra de las recomendaciones de la OMS sobre lactancia?

Si veis irregularidades, ¿por qué no nos ayudáis a que se normaliice nuestra situación? ¿No sería más fácil conseguir que nuestras funciones estuvieran reguladas? Desde luego, a este paso y sin apoyo, hasta empiezo a tener dudas al respecto. Quizás podríamos seguir fuera del sistema para así poder estar al lado de las mujeres sin prisas, sin protocolos y sin una jerarquía dominante. Pero no, no, sin dudar: yo lo que quiero es luchar por conseguir la regularización y el reconocimiento de nuestras funciones.

Yo como mujer quiero tener el derecho a elegir qué hacer con mi cuerpo, dónde, cómo y con quién parir. Como doula quiero lo mismo. El poder y la libertad de elección es de la mujer.

¿Y dónde quedan las mujeres?

Y en medio de todo este lío en el que se está preguntando a doulas y a matronas... ¿alguien está teniedo verdaderamente en cuenta a las mujeres? ¿Alguien se ha parado un momento a escuchar y ver qué queremos nosotras, las protagonistas de todo esto? Yo ¡sí! quiero escuchar a las mujeres. Quiero que se nos escuche. Quizás las mujeres que elegimos a una doula a lo largo de nuestro proceso tengamos algo que decir, ¿no?

En las redes sociales El Colegio General de Enfermería está compartiendo comentarios como estos:



Comentarios donde se demuestra un gran desconocimiento sobre las doulas. Por cierto, el propio Ministerio cuenta con nuestra existencia, aunque erróneamente nos hayan incluido como personal sanitario en la Estrategia de Atención al Parto Normal en el Sistema Nacional de Salud (página 64).


Acompañamiento durante el proceso
Descripción
Permanencia en forma continua de una persona acompañante elegida por la parturienta (pareja, familiar, amiga) o personal sanitario (partera, doula, enfermera) que brinde apoyo personalizado durante el parto [...]
Ministerio de Sanidad y Consumo

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Mujer, ¡infórmate y decide!

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2 comentarios
Elena
17 feb 15
Me he sentido muy muy muy muy identificada cuando has escrito sobre las matronas y por eso contesto. En mi parto (cesarea al final) me encontré a una muchacha que hablaba dulce, pero que decía cosas muy duras. Yo quise epidural, y me presionaba a continuar sin epidural. Mi hija iba con dos vueltas de cordón y yo estuve 14 horas con dolores de parto y con oxitocina, y sin epidural durante horas. Lo peor no es eso, lo peor es que la matrona cada vez que entraba me decía que no estaba aguantando nada, y yo sentía que desprestigiaba mi dolor y me hacía sentir exagerada ( cabe decir que ni grité, ni lloré, pero aunque lo hubiera hecho...perdona? Estoy con unas contracciones cada minuto y me dice usted que estoy exagerando o que no aguanto nada?). En fin, lo peor fue cuando entró la ginecóloga para decirme que me operaban. Menuda manera de decirlo! Yo llorando y suplicando que queria que mi marido estuviera a mi lado. Y para colmo, 3 horas separada de mi bebé, sola en la sala de "despertares" a las tantonas de la noche. Evidentemente, mi hija no agarró bien el pecho ( cuánto mas si me la quitas tanto tiempo!). Un show. No tengo mal recuerdo porque al final todo merece la pena cuando coges a tu bebé en brazos, pero en el momento me quería morir de la pena. Mi bebé no paró de llorar desde el segundo día porque no me subía ni leche ni calostro ni nada. Todo el día enganchada al pecho mal cogido, las enfermeras y matronas pasando literalmente, y mi suegra y mi madre todo el día presionandome para que le diera un biberón. Tras dos noches sin dormir y la leche sin subirme, pensé en pedir algo para darle algo de comer y me dan un bibi prefabricado. Pero la niña durmió. Consecuencias? Intolerancia a la leche de vaca, caquitas con sangre y una pediatra que es bien simpática, pero que aseguraba que mi leche no era buena ni suficiente. La verdad que al final te llevas los palos bien dados. Quizás si que hubiera necesitado a una persona a mi lado que me apoyara y me dijera que estaba haciendo lo correcto por no dar el biberón, o por otras mil cosas...me da pena que se desprestigie asi algo que, en mi caso, hubiera sido necesario. Como madre y como mujer. Ánimo, mucho ánimo y "palante", aunque estas palabras hieran el orgullo y la profesionalidad de quienes estáis ahí coml apoyo. Un saludo.
17 feb 15
Elena, muchas gracias por hablar y por contar tu dura experiencia.
Maria
17 feb 15
A mi también me parece una exageración todo lo que dicen de las doulas seguramente porque algunas se habrán ido por otros menesteres que no le incumbirían y de ahí han saltado alarmas.
Como acompañamiento me parece ideal porque es una decisión de la madre que va a tener el bebé, siempre que como bien se escribe arriba no irrumpan en diagnosticar o querer tratar cosas que, obviamente a falta de una formación academica reglada que las proteja, no deberían hacer.
Pero, quiero aportar que además de las matronas y los médicos, hay otros profesionales que entienden muy mucho de suelo pélvico, y salud postural en el embarazo, parto y post-parto como son los fisioterapeutas, y que no se conoce tanto; y ahí es donde entran también algunas enfermeras ( al igual que se acusa a las doulas) a dar consejos y querer tratar cosas que desconocen... como el "stop pipi" que además podría provocar infecciones; ( pero claro no pasaría nada, porque luego ellos tratan lo que han provocado y además están protegidos por su titulo, aunque algunas competencias no las estudien y no quieran derivarlas a los otros profesionales que entienden mas)
Con esta opinión solo quiero decir, que me parece exagerado las acusaciones de brujerías, sectarias etc, que se vierten hacia las doulas que quieren hacer bien su ..digamos vocación, sin irrumpir en materias sanitarias, y que antes de querer barrer la casa de otros, es conveniente mirar la propia, porque intrusos hay en todas las profesiones, .
y queda claro que si la ley exige ser enfermero..pues si alguna doula le gusta mucho esta metodología de acompañamiento en el parto, etc, se animen a estudiar enfermería, porque me parece que reglar un estudio de Doula con sus competencias profesionales,,..quizá sea muy difícil..... visto lo visto ...