El miedo en segundos embarazos
Cuando me quedé embarazada por primera vez ya había leído mucho sobre cómo quería vivir mi embarazo y sobre cómo quería que fuera mi parto. Ya había leído y escuchado muchas experiencias, buenas y malas. Ya me reunía con mujeres y sus compañeros en un grupo de crianza.
Me sentía preparada y no tenía miedo.
Sin embargo, mi segundo embarazo fue algo diferente. Se caracterizó por algo concreto que lo hizo muy distinto al primero. Tenía la misma información e incluso más. Tenía algo muy valioso, la experiencia preciosa de mi primer parto. Un parto maravilloso en el que mi cuerpo conectó con mi bebé. A pesar de todo lo bueno, mi cabeza no paraba de enviarme señales de miedo que no lograba identificar o relacionar con nada.
Mi segundo embarazo se caracterizó por el miedo. Tenía miedo de situaciones concretas, miedo a que la placenta estuviera muy baja, miedo a la hemorragia posparto, ¿y si me desangro?, miedo a que no llegaran las comadronas a tiempo y algo pasara... miedo, miEdo, MIEDO...
Es verdad que durante el parto no pensé en todo aquello que me estuvo torturando durante todo el embarazo. Es lo bueno de que la cabeza pare.
Al final del embarazo reflexioné mucho sobre todo este sentimiento, llegando a una conclusión. Tenía miedo a morir dejando a una criatura de 3 años y medio sin lo que más necesitaba, su madre. Era mi cabeza la que no paraba de imaginar diferentes situaciones complicadas. No podía permitirme morir cuando ya tenía un hijo.
Es difícil silenciar la cabeza cuando manda señales tan fuertes, y más estando embarazada. Aunque es cierto que tocando la raíz y nombrando el miedo real... la cabeza, de repente, para. Así lo viví yo.
No sé vosotras cómo habéis vivido segundos, terceros, cuartos embarazos. Acompañando a mujeres me he dado cuenta de cómo este miedo se presenta en ellas a menudo cuando no lo vivieron la primera vez.
A muchas les da por otros miedos. Miedo al dolor, quizás. Miedo a no poder. Incluso aunque ya hayan pasado por la experiencia y hayan tenido buenas vivencias. Me parece curioso cómo funciona la cabeza a veces.
Simplemente parándonos, reflexionando, escuchándonos... Y sabiendo que el miedo es motor de muchas cosas en muchas ocasiones... Quizás cogiendo toda esa energía y transformándola en algo que nos pueda nutrir... De repente... nos convertimos en lo que ya somos, en nuestra esencia: mujeres poderosas recibiendo a nuestrxs hijxs.
Espero ayudarte a mirar ese miedo a la cara, para enfrentarte a él y hablarle.
En mi caso fue algo así como:
Gracias porque me has ayudado a darme cuenta de que no me quiero morir. Quiero criar a mis 2 hijxs.
Parece obvio no querer morir, pero el simple hecho de ponerle palabras ya hizo que ese miedo irracional se desvaneciera.
Uso disqus porque ésta es una web hecha desde cero, sin usar plantillas como usan otros blogs.
Disqus me facilitaba, entre otras cosas porque crear una plantilla propia de comentarios es demasiado trabajo.
Gracias por valorarlo. No todo el mundo se fija ;)
muchas gracias por compartir tu miedo.
Seguro que encuentras la manera de darle la vuelta a ese miedo para que puedas nutrirte y aprender de él.
El paso de verbalizarlo ya lo has dado ;)
Mucho ánimo.
Un abrazo.
siento que estés pasando por un momento así. Entiendo tu miedo como si fuera mío. Es normal en una situación así.
No puedo decirte nada. Sólo que visualices a tu bebé sano, que te veas y sientas disfrutar con él porque... lo que crees es lo que creas.
No te centres en lo negativo.
Si algo malo pasa, lo podrás llorar, pero por el momento... disfruta de todo lo bueno que te está dando este bebé con tantas ganas de vivir.
Mucho ánimo y un abrazo enorme.