#Mamamorfosis: La fusión emocional

15 de septiembre de 2015

Hoy se ha lanzado un libro muy especial:
#Mamamorfosis. Las 200 caras de la Luna.

Está hecho con mucho amor. Es un libro electrónico que recoge testimonios reales sobre maternidad consciente de 200 madres de todo el mundo. Me siento privilegiada y feliz por haber participado aportando uno de mis relatos.

#Mamamosfosis Las 200 caras de la Luna

Ésta ha sido mi aportación a esta joya:

La fusión emocional

Cuando me quedé embarazada leí mucho. Una de las cosas que me llamaron más la atención es que el vínculo entre el bebé recién nacido y la mamá puede tardar algo en aparecer. Mi chico y yo hablamos mucho sobre esto y de cómo en él podía aparecer más tarde ese enamoramiento.
Yo me sentía preparada y me permití fluir para ver cuándo y cómo se producía ese vínculo entre ambos.

Me sentía conectada y amaba al bebé que llebaba en mi interior. Lo que no imaginaba es que el amor se podía multiplicar hasta límites insospechados en el mismo momento en que sus ojos y los míos se encontraron.

Mi bebé iba a nacer en casa. Así lo decidimos desde el principio. Los partos en casa solo son atendidos por comadronas si son partos de bajo riesgo y se desencadenan antes de la semana 42. El único miedo que tuve durante ese embarazo fue pasarme de esa semana y que me tuviera que ir al hospital.
En la semana 37+6 me di un baño largo y hablé con mi bebé. Le conté lo que sentía y le dije que ya no quería tener más miedo. Le expliqué que había decidido acompañarle en la manera en la que quisiera nacer y que si nacía más tarde no pasaba nada. Allí estaría yo con los brazos abiertos.

Esa noche me puse de parto y mi bebé nació en casa en la semana 38+0.

Fue un parto intenso y maravilloso en el que me adentré en el planeta parto hasta perder el sentido del tiempo y del espacio. Conecté con la parte más animal de mí misma y me convertí en una leona pariendo a su cría. La sensación de diosa tardó en diluirse unos meses y siempre tendré un recuerdo increíble de aquel día.
Recuerdo el cansancio durante las contracciones. El momento del expulsivo fue brutal. Sentía cómo mi bebé iba bajando y el aro de fuego que subía para casi partirme en dos. Un dolor inmenso a la vez que una sensación enorme de poder. De pronto, estando yo en cuclillas, su cabeza salió y el dolor se esfumó de golpe. Fue mágico. Me puse de pie en la bañera y mi chico lo recogió. Recuerdo perfectamente el instante en el que me lo ofreció para ponérmelo sobre mi pecho. No me salían las palabras. No sabía si reír o llorar. Desde el mismo momento en el que nos miramos ya fuimos uno, la fusión emocional fue inmediata. Amaba a esa criatura desde lo más profundo de mi ser.

Mi bebé ya estaba sobre mí, no dentro de mi útero. Por fin podía descansar, después de toda la noche con contracciones, pero no podía. No podía dejar de mirar a mi bebé, a mi lado dormido. Imposible dejar de olerle y hasta casi lamerle. El olor más maravilloso que jamas podré oler.

Y la sensación de que el amor seguía y seguía creciendo...

Recuerdo las palabras de mi chico antes de dormirnos: “Le acabo de conocer y ya le quiero”.

Esta fue la experiencia del encuentro con mi bebé, de la fusión y el vínculo entre nosotros. Fue maravillosa y no habría podido imaginarla mejor de lo que fue.


La promotora y coordinadora del proyecto es Aguamarina, autora del blog De mi casa al mundo.
Aquí podéis descargaros el libro completo gratis, en eBook o en .Pdf.
Portada del libro diseñada por Mommo

Seguro que os sentís identificadas con muchos de estos relatos, con muchas de estas vivencias, con muchas de estas historias reales de mujeres reales que crían con el corazón ♡
¡Os invito a leerlo!



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