El Baby Led Weaning y los signos
El Baby Led Weaning (BLW) es una manera de introducir la alimentación complementaria de forma gradual. También se llama “Alimentación complementaria dirigida por el bebé o a demanda”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), la Asociación Española de Pediatría (AEPED) y Unicef, entre otras oganizaciones y asociaciones, recomiendan lactancia materna exclusiva durante los 6 primeros meses del bebé. Es a partir de esa edad, y cuando el bebé está preparado, cuando empieza a interesarse por otros alimentos. El bebé se sienta en el regazo de la mamá o del papá (o en una trona) y es él/ella misma la que coge directamente la comida al estar a su alcance. Es importante que en nuestra mesa incluyamos variedad y alimentos saludables.
En casa comemos todos juntxs, en la misma mesa. Cuando mi hijo mayor empezó a interesarse por la comida empezamos a ofrecerle fruta. La chuperreteaba sacándole todo el jugo. Empezamos a ofrecerle papillas también. Caseritas y hechas con amor, pero me las acababa comiendo yo porque no le interesaban mucho. A él le gustaban más los trozos enteros de forma que podía agarrar el plátano o lo que fuera y enredar con ello. Si lo piensas tiene su lógica. En las papillas los sabores están mezclados y no se distinguen, aparte de que la textura no se diferencia.
Dejándole a él elegir lo que quería comer se cogía su trozo de zanahoria, puerro o patata cocida... lo observaba un rato, lo estrujaba, lo probaba, lo escupía, lo volvía a probar... De esta forma todos sus sentidos están activados. Puede diferenciar los colores de cada alimento, las texturas, las formas, los sabores...
Nos sorprendía cómo elegía según sus propias necesidades. Algunas veces comíamos arroz con pollo y, dependiendo del día, elegía sólo el pollo o sólo el arroz o las dos cosas.
Creo que los bebés están totalmente conectados con sus instintos. Saben lo que necesitan. Somos las personas adultas las que normalmente estamos a otra cosa y no sabemos diferenciar lo que necesitamos. Muchas veces comemos por los ojos y nos puede la gula. A mí me parece que los bebés son más puros. Empezando por la teta a demanda. Ellxs eligen qué teta quieren y cuánta en base a si necesitan más proteínas, más grasas, más líquido... ¡La de veces que me pedía teta, yo le ofrecía y me decía que ésa no, que la otra!
Con la alimentación pasa igual. Muchas veces sabíamos que tenía hambre y pedía comer. Entonces le ofrecíamos: pan, galletas, plátano, manzana... no, noo, nooo... Hasta que por fin dábamos con lo que sí quería.
Los signos de la lengua de signos nos ayudaron mucho. Bueno y nos siguen ayudando ahora con la pequeña. Son muy útiles para esto porque ellxs pueden expresar qué quieren comer y qué es lo que les apetece exactamente. Nosotrxs empezamos mostrándole el signo genérico de “comer” y ya desde ahí empezamos a ampliar vocabulario según él se iba interesando:
“manzana”, “pera”, “pan”…
Los signos de diferentes alimentos nos resultaron muy útiles para que nos expresara lo que le apetecía sin necesidad de ir mostrándole una variedad sin fin de cosas y dar con lo que necesitaba después de varios manotazos. De esta manera, primero su hermano y ahora la pequeña, nos muestra el signo y todo es más sencillo, evitando frustraciones por no comprenderla.
Todo son ventajas. Bueno, lo que nadie os ha contado es cómo se queda todo después. El suelo, el mantel, la mesa... todo lleno de trocitos de garbanzos espachurrados, verduras manoseadas, pasta, queso, fruta, quinoa, arroz... Un precioso cuadro de colores, texturas y sabores. Lxs gatxs están encantadxs, claro, esperando impacientes a que terminemos para relamer todas las sobras. Pero bueno, tiene fácil solución, pasamos un trapito húmedo y listo.
Os invito a probar y si es con signos... ¡mejor!
salgan los primeros dientes?
es el bebé el que empieza a interesarse por la comida, así que lo mejor es hacer caso a cada peque. La OMS recomienda dar leche materna en exclusiva los seis primeros meses. Normalmente es a partir de esa edad cuando el bebé comienza a mostrar interés echando mano a nuestro plato. No obstante algunas criaturas se lanzan antes a probar. No hace falta esperar a la salida de los primeros dientes.