¿Un cachete a tiempo?

Hoy he visto un vídeo que habla sobre cómo un cachete sirve para educar a un niñx. Lo típico de “más vale un cachete a tiempo...”. La verdad es que me ha revuelto bastante pensar que esto es lo que le llega a la gente, así que me he puesto a escribir mi versión.

En la sociedad en la que vivimos se infravalora de manera abismal a lxs niñxs. Se les ningunea, se les ridiculiza, se les ponen constantes obstáculos en su aprendizaje y tienen que vivir agresiones verbales y físicas a menudo sin que nadie haga nada. La violencia infantil está tan naturalizada que nadie se escandaliza cuando la ve o la escucha. No se suele hacer nada. No hay más que ir a un parque para verlo.

La excusa que siempre oigo y de la que ya estoy cansada es la de “...pues a mí me dieron alguna torta y no me ha quedado ningún trauma...”. Me parece que alguien que nombra esto de esta manera es que ¿no recuerda? la frustración, miedo, impotencia y humillación que sintió cuando le pusieron la mano encima, aunque no le dieran con fuerza. O que lo ha naturalizado tanto que se atreve a repetirlo con sus hijxs sin pensar en las consecuencias.

Decir que algo no te ha causado trauma sólo porque lo hayas borrado de tu recuerdo consciente no lo hace menos trauma, ¿no crees?  Aparte... si estuviéramos completamente seguros de que no crea trauma... ¿le pegaríamos? ¿Es que no cuenta el sufrimiento del mismo momento? Se está consiguiendo poco a poco hacer visible la violencia de género, pero no nos olvidemos de la violencia infantil. Y no hablo de palizas horribles. Estoy nombrando también los cachetes, gritos, humillaciones y faltas de respeto hacia las criaturas. ¿O acaso vale darle un cachete a tu compañera porque está haciendo algo que no te gusta? Rotundamente ¡No!

La herida que lxs adultxs podemos generar en las criaturas a través de la violencia, ya sea verbal o física, es díficilmente sanable. Cuesta toda una vida liberarse de las cargas del maltrato. También del maltrato sutil, ése del que no nos damos tanta cuenta pero que ahí está arañando nuestro corazoncito y haciéndonos más y más pequeñitxs.

A veces escucho eso de contar hasta 3 para que alguna criatura haga o deje de hacer aquello que la persona adulta quiere. Y si no... “culo, culo, eh?” Y yo me pregunto, ¿qué pasa cuando llegas a 3? ¿Le vas a dar un azote? ¿Es esto un buen aprendizaje para el peque? ¿Qué crees que aprende con esto? ¿A ti te pegaron de pequeñx? Sólo haz memoria, intenta recordar cómo te sentías cuando tu madre primero te daba en el culo y luego te preguntaba. No quieres que tu hijx viva esa misma sensación porque lo amas por encima de todo.

Reflexiona sobre todo esto, habla con tu hijx. Comunícale lo que piensas, lo que sientes... y escucha sus demandas, sus intereses, sus inquietudes y necesidades...
Mírale a los ojos y escucha a su corazón porque es desde ahí desde donde te habla.

Los cachetes son maltrato. Lo creas o no.
No te justifiques y hazlo de otra forma.
Pide ayuda, sal de la habitación y que se ocupe otra persona del conflicto.

¡No le hagas daño!