¡Que no os separen!

12 de enero de 2015

Maternidad, activismo, transformación socialEn verano estuve en el curso de Maternidad, Activismo y Transformación Social que organizó Terra Mater, junto a Vía Láctea y El Parto es Nuestro. Tuve la oportunidad de conocer, entre otras, a Ibone Olza. Aparte de ser una gran mujer, es psiquiatra infanto-juvenil y perinatal, investigadora, escritora y mamá de 3 criaturas.

Ibone en su charla “Activismo para erradicar la violencia obstétrica a nivel global. Logros y retos” nos daba algunos datos que a mí me removieron mucho. Nos habló, entre otras cosas, del robo de niñxs en los periodos de la posguerra en España. En total se calcula que, en todo el proceso que va desde 1.938 hasta bien entrados los años ‘90, hay unos 300.000 niñxs que fueron separadxs de sus madres al nacer en circunstancias irregulares.

La Audiencia Nacional tiene calculada la sustracción de niños a sus madres, en el periodo que comprende de 1.938 a 1.952, en más de 20.000 por parte del régimen militar a familias republicanas o izquierdistas, como parte de la operación de limpieza ideológica realizada durante la dictadura.

Entre los años 1.960 y 1.996 se calcula que se produjeron en España casi dos millones de adopciones de niños y niñas nacionales. Se está intentando demostrar, que sobre un 15% de estos bebés provendrían de robos perpetrados a sus madres en el paritorio o ya nacidos en los nidos y en las incubadoras y engañando a las familias biológicas diciéndoles que el bebé había muerto. Estas detenciones ilegales, se producían en clínicas y hospitales de todo el país y con la finalidad de vender a los RN a unos padres que los registrarían como biológicos sin serlo y que muchas veces, sin quererlo también se convertían en víctimas, porque les decían que estaban haciendo un favor a un RN que su madre era una ‘indeseable’ que lo había abandonado y que si ellos pagaban los gastos de clínica, el bebé sería suyo.

Extraído de Sosbebesrobados

A mí estos datos me sobrecogieron el alma. Todxs esos bebés fueron separadxs de sus madres. Quizás ahora de adultxs todavía no sepan nada, pero todo lo que tuvieron que sufrir al nacer y ser separadxs, al no encontrarse con su mamá, al no ser recogidos por ella... Todo eso deja huella en lo más profundo de la persona.

De pronto se me vinieron un montón de imágenes a la cabeza y es ahora cuando me pongo a escribir sobre esto. Y es que esas situaciones ya no las vivimos aquí y ahora, en el s.XXI, ya no pasan, ya no roban niñxs en España, pero sí roban partos cada día y sí siguen practicando separaciones del cuerpo de la madre de manera continuada y violenta. Y eso me rompe el corazón.

Yo nací en el año 1978. Yo no fui una bebé robada. No me dieron por muerta para venderme a otra familia. A mi madre le pusieron pentotal en el expulsivo sin su consentimiento y a pesar de su negativa. Algo, por lo visto, muy normal en aquella época. No sólo no recuerda nada sino que no pudo recibirme. Me separaron de mi madre, que era el lugar seguro que yo esperaba encontrarme. No tuve esa primera mirada de enamoramiento. No pude olerla, ni sentir su calor. Nos rompieron el vínculo. Nos separaron. Por suerte estaba mi padre y fue él quien me acogió. A pesar de mi desconcierto y mi angustia e incomprensión por lo que sucedía, puedo estar agradecida de que fuera él quien me recibiera y no me soltara de sus brazos.

Otrxs bebés no tuvieron “tanta suerte” y fueron a parar a una sala nido, una incubadora, una camilla fría..., la mayor de las pesadillas para un recién nacido.

El hábitat del recién nacido es la madreEstas situaciones siguen existiendo. Se siguen llevando a lxs bebés para pesar, medir, extraerles líquidos... cuando deben estar en contacto directo con su mamá. Es lo que esperan y para lo que están preparadxs. La naturaleza les ha dotado de estrategias para sobrevivir en ese hábitat. No hay mejor incubadora que el cuerpo de la madre. No hay mejor sitio en el mundo para un bebé que el pecho de su madre. Pase lo que pase. La evidencia científica nos muestra las bondades del método canguro y se sigue incumpliendo. Porque no vale con que se ponga al bebé una horita y luego a la incubadora. ¡No!  El Método Madre Canguro puede ser la diferencia entre la vida y la muerte o la salud y la enfermedad de un recién nacido. Y no sólo eso. La huella que deja la separación es difícilmente sanable.

No sé si te sientes identificadx. Yo me sigo preguntando...:
¿A cuántxs de nosotrxs nos separaron al nacer? ¿Es realmente necesario hacerlo de esta manera?. Poco a poco los protocolos hospitalarios van cambiando para demorar algunas de las pruebas que se les hacen a los recién nacidxs hasta unas horas más tarde.

¡Por un mundo donde lxs bebés puedan estar en contacto con sus mamás al nacer!. Sin excepciones.

Si quieres puedes seguir leyendo:
Última revisión de Nils Bergman y otros autores para Cochrane (2007) sobre piel con piel para niñxs sanxs. Está en inglés.
Si prefieres leer algún artículo en castellano puedes leer:
Cómo funciona el método canguro y los beneficios que aporta
Método canguro en sala de partos en recién nacidos a término.
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