La noche mágica

25 de noviembre de 2014

Se acercan fechas navideñas. Hasta ahora, como mi hijo era muy pequeño, no me preocupaba mucho el tema de los Reyes y toda la parafernalia que se monta alrededor de regalos y más regalos, pero ya el año pasado nos apeteció inventar algo diferente para salirnos un poco de tanto merchandising e historias en torno a la Navidad que no nos motivaban especialmente.

A nuestra casa no llegan los Reyes Magos, ni Papá Noel. Mi hijo los nombra porque es difícil escapar de tanto estímulo y porque conoce a otrxs niñxs a cuyas casas sí llegan juguetes a través de estos personajes. A nosotrxs el año pasado nos apeteció hacer de la Navidad algo diferente.

Al principio dudamos... ¿entramos en el juego o simplemente nos hacemos regalos en Navidad entre nosotrxs sabiendo quién los hace? (como en los cumpleaños). Luego nos decidimos por vivir un poco con la fantasía y la magia de lxs niñxs. Y por supuesto sin entrar a juzgarles ni chantajearles. Odio eso de "si te portas mal no te van a regalar nada...".

El año pasado empezamos con nuestra pequeña nueva tradición, creando "la noche mágica", así la llamamos.

Empezó por casualidad, porque una amiga todos los años se las ingenia para hacerme llegar de alguna forma, asombrosa y sin que sepa cómo, un CD con música elegida por ella. El año pasado me desperté una mañana y debajo de mi almohaba encontré el CD. Aluciné. Susana, no sé cómo haces para sorprenderme cada año. Mi hijo mayor se puso también a mirar debajo de su almohada viendo que a él no le había llegado nada.
A partir de ahí empezó a mirar a menudo a ver si aparecía algo. A los pocos días apareció ¡una chocolatina! Se quedó alucinado, claro. Días más tarde apareció un cascabel debajo de su almohada y otro debajo de la almohada de su hermana. Les hizo muchísima ilusión.

RegalosY a los pocos días... llegó la noche mágica. Cuando nos despertamos había estrellas de cartulina de colores encima de la cama y por el suelo... las estrellas bajaban por las escaleras y llegaban al salón. Nico fue recogiendo una por una diciendo "¡otra, mami, otra!". Su cara de felicidad y asombro nos tocó el alma. En el salón las estrellas formaban un círculo encima de la alfombra. Había más cascabeles alrededor, y dentro del círculo había regalos para todxs. Regalos para lxs peques, para nosotrxs, para lxs primxs... Pequeñas cositas, mucha ilusión.

Y es así como hemos decidido vivir nuestros "Reyes" sin historias predeterminadas. Simplemente magia y que cada unx interprete lo que sienta. Una noche sin fecha fija, que llega sin avisar y lo envuelve todo de luz, color e ilusión.

Es así como nos apetece disfrutar la Navidad en casa. Por estas fechas ya empezamos a esperarla con ilusión.

Y vosotrxs, ¿cómo vivís estas fechas?

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1 comentario
Animalillo
30 dic 14
Me ha encantado vuestra forma de mantener la ilusión y la magmagia sin caer en los rituales establecidos...dan ganas de volver a ser un niño ;) gracias por compartirlo