Entrevista #siloshombreshablasen

Hoy quiero compartir una entrevista que le he hecho a Javier de Domingo.

Psicólogo, Renacedor (Rebirthing), facilitador de círculos de hombres en procesos de embarazo y crianza y creador de #siloshombreshablasen, una bonita iniciativa para cambiar el mundo.

Javier me contesta con el corazón en la mano. Una entrevista íntima que emociona a la par que genera ilusión y esperanza.

Espero que la disfrutéis.

En el momento en el que traemos al mundo a un bebé, para la sociedad, las mujeres pasamos a un segundo plano y el hombre casi se convierte directamente en un ser invisible. Se habla poco de cómo viven ellos los pospartos. Desde mi punto de vista se dificulta bastante la implicación de los hombres en la crianza de sus crías. ¿Cómo lo has vivido tú?.

Pues en ambos postpartos primamos la vinculación y la co-responsabilidad. Ellos nos enseñaron a hacerlo.

Con Daniel no sabíamos nada de crianza. Siendo ambos psicólogos la carrera apenas aporta cosas útiles y prácticas para criar. Pero fue el parto lo que lo cambió todo y ha transformado nuestras vidas desde entonces.

El parto fue muy duro para todos, cada uno en su papel y en su sitio.

El auténtico protagonista, el bebé que llega, Daniel en este caso, sufrió a su padre empujándole a salir de la matriz que le protegía sin estar preparado con la conocida maniobra de Kristeller. A eso le siguió una episiotomía y unos forceps que le arrojaron al mundo con violencia para luego dejarle solo lejos de sus figuras de vinculación y protección durante 12 horas  en la soledad y frialdad de un nido. Con el tiempo fuimos conscientes de su dolor físico, psíquico y emocional y tomamos conciencia de que sus primeras experiencias de vida fueron miedo, ira y tristeza.

Luego el terrible dolor físico de mi mujer, Esther,  la madre, la segunda protagonista, acompañado de la desgarradora angustia de una separación del bebé que no comprendíamos. Asumimos los protocolos y los procedimientos como seres domesticados por un sistema que complica la conexión, el amor y la salud emocional y psíquica. El dolor de la mujer es inmenso en estos casos porque se siente violentada, no respetada, anulada, infantilizada, abusada incluso. Ante eso, para sobrevivir, el sistema elige hipnotizarla con consignas pueriles sino perversas del tipo "lo importante es que tu bebé está vivo". La guillotina del miedo sirve de coartada para reducir a la mujer a su mínima expresión no importando su salud física o emocional.

Por último el padre, yo, Javier. Queriendo acompañar, con amor, a mi pareja, a mi bebé que venía. No sabiendo nada. No sabiendo la importancia que tiene saber para la salud de mi mujer y de mi hijo. No supe ni pude proteger. Pensaba que estaba en buenas manos. No era consciente de que el sistema médico no vela por la salud psíquica y emocional y opera desde el miedo y que por eso tiende a provocar situaciones que en sí mismas son peligrosas y tienen consecuencias peligrosas. ¿Cómo saber de la importancia de saber? Hoy sabemos que la mayoría de los hospitales desoyen las recomendaciones de la OMS y que solo unos pocos las atienden... como pueden. Mi dolor es el de la impotencia, el de saberme torpe, el de no estar a la altura, el de defenderme con prejuicios pero sobretodo el de la culpa. Es un dolor nimio, insignificante con respecto al de mi hijo y mi mujer pero es un dolor a tener presente para que no enquiste la futura relación entre todos.

Por eso mi mujer y yo decidimos formarnos e informarnos de cómo corregir este comienzo brutal e injusto de vida y corregirlo. Vimos la importancia de tratar de recordar cómo fueron nuestros partos para sanar al bebé que fuimos violentados en nuestros inicios para no incurrir en proyecciones. Todo eso cambió nuestra vida. Mi mujer estudió para doula, asesora de lactancia, masaje para bebés y todo lo que encontró sobre psicología perinatal. Yo la acompañé escuchando verdades que agitaron mi mente y mi corazón. Así desperté, me formé en Rebirthing y ahí aprendí la correlación entre parto y personalidad y desde entonces no hemos parado de aprender... para nuestros hijos... y así para nosotros.

¿Cómo piensas que se puede favorecer la implicación de los hombres en la crianza de sus hijxs? (hablo de la implicación desde las ganas y la necesidad de estar con lxs peques, no desde la obligación).

La implicación es verdad que llega muchas veces desde la obligación pero para hombres y mujeres. Muchas madres están tan desconectadas como los hombres y es una tristeza verlo. Esto suele ser causa de la mochila emocional, de la biografía personal y aunque en menor medida que la masculina también existe esa maternidad obligada para muchas.

Para mí la implicación va vinculada al deseo inconsciente de sanar. Todos queremos sanar. Los que han crecido en la desaprobación y exigencia permanente es probable que usen la obligación y la resignación como mecanismo de crianza. La resignación encubre un sentimiento de ira.

Por otro lado, la paternidad puede ser y es de facto la gran oportunidad de sanar la doblegación de espíritu. Es la manera en la que podemos volver a conectar y reconectar con nuestro mundo emocional. Así sanamos. Con la mirada y la escucha interior. Quien se da permiso para ello se implicará en la crianza porque se servirá de ella para recordar quién és y eso en sí favorecerá la propia sanación.

¿Cómo favorecer la implicación de los hombres?: conectando a nivel profundo con su pareja, con la idea de ambos de un proyecto de familia, pero sobretodo con la escucha interior a su mundo emocional y al de los seres que ha elegido en su vida para que le acompañen. En suma, recuperando la mirada de niño.

Las nuevas masculinidades implican directamente un cambio en cuanto a cómo nos relacionamos entre hombres y mujeres, desde el respeto y la escucha. También tienen como consecuencia un cambio sustancial en la crianza de lxs peques. ¿Cuáles piensas que serán las consecuencias de este cambio y cuándo podremos verlo de manera tangible?.

La maternidad consciente es algo minoritario que a veces se confunde con adoptar unas formas concretas como un parto respetado, el colecho, la lactancia prolongada a demanda y un porteo adecuado. La consciencia va mucho más allá y pasa por la sanación personal. A menudo se pone la mirada fuera, en el obstetra, el pediatra, el hombre, la suegra o la vecina construyendo la "consciencia" sobre la oposición a la mirada externa. La auténtica consciencia no juzga tanto y no se ancla a las formas sino al ser y eso significa practicar el amor, enseñar a nuestros hijos que la felicidad es una elección personal, como el miedo, la ira, la tristeza, la culpa o un vivir en permanente oposición... todo eso también son elecciones de cómo "ser" en la vida y el cambio es posible.

El hombre está mucho más lejos que la mujer de esa consciencia en su paternidad. Tenemos más trabajo que hacer pero son esas mujeres, las pioneras, las que estáis en esto, las auténticas heroínas y a las que tenemos que seguir y escuchar los pocos que lo hacemos para así atraer a más, todos juntos, lo antes posible, ya mismo, porque toca, porque no hay otro momento salvo ahora para hacerlo.

Todos necesitamos más horas de vuelo para poder coger la nave que nos va a llevar a una existencia más sana.

Las consecuencias de estos cambios ya se ven en unos niños más conectados, más íntegros, más espabilados, más valientes y más amorosos. Esto ya es tangible y un hecho, especialmente entre los niños menos violentados en sus partos y en sus puerperios y en sus crianzas.

Pero queda mucho camino por recorrer porque estos niños son minoría y tienen que adaptarse a un mundo que les complica esta manera de "ser". Ya no es suficiente con nuestro despertar y con lo que hacemos en casa, ni siquiera eligiendo un colegio que les acompañe en este sentir durante la infancia. Algunos estamos trabajando para prolongar esta exterogestación pero el auténtico reto ahora es de los padres. Nos toca cambiar el sistema, pero ya mismo y eso pasa por cambiar la sociedad, por cambiar la manera de trabajar y de generar ocio.

Todo pasa por la generación de las auténticas redes sociales y eso es el apoyo tribal, vecinal, comunitario con otras familias que también tratan de arraigar de una manera diferente, desde el ser y no desde el obedecer.

Este es el reto. La pelota está en nuestro campo.

Me parece que la sociedad está lejos de entender a las criaturas desde el respeto, aunque poco a poco estamos asistiendo al cambio. ¿Cómo vives el ser un padre consciente en una sociedad que no lo favorece?.

Nuestra elección de crianza no es fácil, nada fácil. En realidad es muy dura, mucho. Nos sentimos exhaustos, agotados, alterados en nuestras relaciones con el entorno y dentro de casa. Una crianza consciente implica aprender a diario cosas que chocan con nosotros mismos y con nuestros hábitos. Pone a prueba a la familia de origen, a los amigos y a la pareja. Resulta conflictiva y contestataria y hace la vida mucho más difícil. Es así.

Pero por muy frustrante que suene no veo otra opción. En mi casa educamos y criamos para ser felices no para encajar con el mundo. Ojalá el mundo fuese diferente y nos facilitasen una vida de conexión, de calma y de confianza.

Lamentablemente  vivimos en una podredumbre emocional en el que tanto la mujer como el hombre hemos sido sometidos y quebrados... ¿cómo no va a ser duro arraigar a unos hijos en un mundo contaminado por el miedo, la ira, la tristeza, la desconfianza y la culpa?.

Nuestro estilo de crianza es durísimo, diariamente y nos pone a prueba en cada instante. Eso es así porque al crecer en una desvirtualización del amor tenemos que luchar día a día para tener presente lo que la sociedad se empeña en que olvidemos a cada instante: somos amor y somos libres.

Tal y como yo lo entiendo #siloshombreshablasen es una iniciativa para cambiar el mundo desde el cuidado y el amor, y desde la implicación de los hombres en algo tan básico y necesario como estar con sus hijxs, sanar heridas y hablar de cómo os sentís acompañándoles. Me parece una iniciativa muy potente. ¿De dónde surge y qué repercusión está teniendo?.

Cómo me gusta que lo veas así. Me encanta que te haya llegado nuestro mensaje, de verdad.

Creo que es la primera vez que cuento esto pero el nombre surge de una mujer: Sandra Cuadrado, Psicóloga y formadora en Hipnonacimiento.

Sandra tiene una inteligencia poco corriente y un día mandó un correo a 5 hombres que ella consideraba que nos entenderíamos muy bien, ya fuese por sensibilidad, ideas comunes o una cierta actitud masculina poco convencional. Nos convocó a 5 desconocidos a que nos conociésemos para crear algo. Nunca sucedió pero me quedé con el nombre.

En paralelo yo veía los grupos de crianza de mi mujer y lo fieles y comprometidas que eran las mujeres que iban. Daban valor a esas reuniones y de hecho un grupo lleva 5 años haciendo tribu. Todo un ejemplo. Así yo pensé "¿por qué no hacemos lo mismo los hombres?". Estuve más de 1 año intentando abrir un grupo pero nadie se apuntaba y en febrero de 2014 cansado de nunca encontrar el momento perfecto lo abrí con una sola persona. A la segunda sesión vinieron 8 personas y desde entonces hemos hecho más de 30 reuniones a razón de 2 al mes, los miércoles cada 15 días. Cogí el nombre de #siloshombreshablasen por la iniciativa de Sandra porque me encantó su iniciativa, su valentía sirvió de catalizador para iniciar los grupos.

A raíz de #siloshombreshablasen, ¿están surgiendo otros grupos similares?.

La verdad es que sí. En Barcelona surgieron 2 grupos que se adscribieron a la etiqueta de #siloshombreshablasen en enero de 2015. Luego en Canarias y Mallorca. En Madrid he abierto otro grupo y estoy acompañando la apertura de otros 2 (en Avenida de América y Alcalá de Henares) hasta que encuentren un facilitador que quiera llevarlos. Están pendientes de abrir en Sevilla y Bilbao y a finales de mayo ha surgido uno en Valdemoro.

Por otro lado estoy hablando con personas para ver si se abren en Perú, Venezuela, Chile, Argentina, Colombia y México.

La idea es que se abran por todas las ciudades a nivel nacional y por otros países y contagiar al mayor número de hombres posibles para que ellos mismos abran sus grupos en sus localidades y resulte de lo más normal que los hombres hablen... ¿de qué? pues de las cosas que importan de verdad: de sus emociones y de cómo su represión o un procesamiento equivocado de ellas les ha hecho infelices y de cómo conseguir revertir esa situación.

Mi objetivo es conseguir trasladar a todo el mundo esta fórmula de generar grupos espontáneos de hombres que se reúnen, hablan y transforman la realidad. Y está sucediendo.

¡Gracias!